viernes, 26 de enero de 2007

I WANT

Quiero anticiparme a la inutilidad mundial proclamando con énfasis allá donde voy el valor de la nada como medio y como fin. Como modo de desentender la vida..
La nada es belleza, es arte. Una no-filosofía; la maximización de nuestra torpeza por querer entender o asimilar.
La nada como un todo irrealizable, maravilloso, inexistente: realidad fugaz, total, imaginaria.
Dentro de la nada, la no-acción, el silencio, el espacio absoluto y la contemplación.

También es cierto que lo mejor del mundo existe. Por eso negamos lo negable y huimos de lo conocido a la vez que, absurdamente, pretendemos vivir del pasado como lo eterno y lo máximo.
Y no hay incoherencia, hay asombro y fascinación por una época pasada que puede volver a ser.
Todavía hoy la historia se repite.

Corren revueltos el amor y el odio, casi extraviados y desconocidos. No lo entendemos hasta que alguien nos despierta: son las 7.30!

Recuerdas en sueños la dulzura del silencio y de lo remoto, de lo no codiciado entre tanto ruido, tanto humo. Nada lo anuncia.
¿Es otra vez el amor después del odio?

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