jueves, 22 de febrero de 2007

Viento suave, mar tranquila de Carabelas.

Las cartas que vienen de lejos te quedan cerca, porque apuntan al corazón.
Este es un mensaje sin botella que llega así a tu isla porque hoy todo es reciclable, y habría que devolver el envase.
Disculpa que vaya cambiando de tema continuamente, pero escribo siempre lo que me viene a la cabeza.
Escucho a los "Chanclas...", su primer disco. Habla del barrio de Santa Cruz, de Sevilla capital. Tenemos muchas cañitas pendientes, mucho Cruzcampo por beber. Muchos calditos de los caracoles para saborear los mediodías, serranitos, yo qué sé...
Pasan los años. ¿ya?, ¿todavía?, ¿solamente?
Pienso que perdiste mi número. ¿O perdiste la fe?..¿acaso olvidaste los donuts? Ya no pude volver a verte.
Cuando puedas dedícame unos minutos porque una idea zigzaguea en mi cabeza: llegar al conocimiento de las cosas a través del no-saber.
La vida se relativiza si se mira con un prisma; se relativiza el propio ego.
Charlemos entre brisas cafeteras de todas las cosas del mundo. De tu vida, del desamor, de la primavera, de la velocidad en estado puro.
Me sentaría de nuevo ante el micro ahora para susurrarte inconsistencias en la madrugada.
Sintonízanos en tu almohada FM. Hazte cómplice en la oscuridad del dial de nuestro silencio, de atravesar el espacio con un haz invisible y certero. De corazón a corazón.
La sintonía de la Ona Popular de Sants resuena nuevamente.

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