jueves, 19 de abril de 2007

PSICOANÁLISIS

Apreciado Sr. Rozitchner:
De nuevo buceaba entre sus posts para mi regocijo, y me encontré esto : El entusiasmo es el remedio para la sensación de irrealidad. ¡Qué magnifica idea!
Vivimos en sensaciones; como cuando se hablaba de la percepción que engaña a los sentidos. O estos, a la mente.
-¿La irrealidad es una sensación entonces tan válida como la realidad? ¿hay un remedio para la realidad también? Creo que también el entusiasmo sería positivo para afrontar la realidad, ¿cierto? Pero, la realidad no es una sensación, si no que es lo que nos encontramos objetivamente -supongo.
La cuestión está en cómo ve cada uno esa realidad, y ahí estaría la sensación como algo particular e individual. Y todos somos diferentes; eso es lo que nos hace iguales.
Muchas sensaciones de irrealidad convergen en la realidad, como lo opuesto al "defecto" colectivo. Perdón, estoy a punto de liarme...!

-Sobre la teoría del Entusiasmo y su entendimiento. Me fascina la idea del entusiasmo como motor.
Para entenderlo todo he recordado algo aprendido al empezar a esquiar: la pendiente está ahí; es tremenda y tiene un gran desnivel en relación con mi postura vertical.
Si yo me ubico a su altura y mantengo "nuestra relación de 90º" deslizándome sobre la nieve, el desnivel deja de existir.
Aplico "entusiasmo" comprendido deportivamente y como actitud en mi descenso de la montaña; ataco y no me limito a defenderme del abismo.

Lo que quería decirle es una idea que tuve respecto al miedo: el miedo es la incertidumbre. Sufrimos cuando no sabemos lo que va a ocurrir; si ya conocemos lo venidero y lo aceptamos el dolor es más leve, o ninguno. Eliminar la incertidumbre anula el miedo. El conocimiento contra la ignorancia.
¿Podemos colegir de ello que la sabiduría evitará tal situación de miedo?; ¿son los sabios menos "miedosos"? Si tiene ocasión y le merece interés, dígame qué opina al respecto. Felicidades una vez más (he de revisar 100volandoTV aún)



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