De vez en cuando me acuerdo de cuando estuve en Melilla haciendo la mili. Se decía así.
Ahora se oyen chorradas como "prestando servicio militar" etc. Es lo mismo.
Allí hay un monte que corona la ciudad, el Gurugú. Es un nombre que mientras uno está allí suena siniestro: su mole oscura impresiona. Pero al pasar del tiempo la sensación es diferente.
Tanto que incluso se añora un poco todo lo que recuerda aquel lugar.
Caminando por una ciudad cercana a Barcelona hallé en una fachada el rótulo que acompaña esta nota : Asociación de Vecinos Gurugú.
¡Aúpa Melilla!
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