Si no medimos la calidad, sí valoramos la intensidad de lo vivido, la pervivencia del recuerdo.
Inclusive la cantidad de lo recordado pierde magnitud si lo que uno recuerda es trascendente, impactante.
Todos tenemos recuerdos que borrar; pero igualmente lo amargo del pasado tiene ese retrogusto intenso que nos hace volver a hojear la misma página.
Una carta, una canción. Nos llevan a un instante en la vida, a un momento; a veces a un período más largo, tal vez un verano por ejemplo.
Ahora se está terminando el invierno y ya se avecinan las vibraciones del buen tiempo.
Calorcito, luz, color. Primavera .
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