Segunda Carta a M.

Hola, encanto!

Los magos yerran en sus cálculos, y a través de las dunas veo el futuro. Deseo que nadie tuerza su eco corriendo por la arena. ¿para qué llorar si no crees en los dioses ni en los cielos?

Si algún día piensas que el final puede no llegar quizás aciertes,
pero si llega un día, ¿cómo corregirte?
Entre la prosa y el verso, entre la nota i el só; a veces y siempre entre una montaña y una tarde.
Se encuentra el camino nuevo, se empieza a pisar con valor y un riesgo callado y de tebeo; es cuando descubro las mejores flores, los cantos más bellos, las más amadas luces y en ellas, los colores más vivos, pequeños.
Será un sentimiento peregrino, ajeno, un guiño lanzado con cariño, cuando amanece el año nuevo.
A todos nos gusta llorar a solas y pasear por una playa vacía en invierno; todos querríamos seguir aquí también, sin marcharnos.
No sé por qué quererte. Eres bella, agradable, graciosa, inteligente...¿serás la única verdad que ni reconozco ni veo?
IN
Dime, In, ¿qué significas?
¿la paz revuelta?¿el giro quieto?;
¿una vuelta dada al revés?
En la voz que deificas
buscaba un signo de acento;
un saludo, gesto, viento.
Sé que todo es verdad a tu través.
Lo vemos todo hacia fuera
desde dentro.

Me resta tiempo para querer más. Siguiendo a Guillén como uno solo, debería decir que !Quiero siempre más, aún cuando necesito menos! ¡Más vida, más cielo!

Ni dinero ni memoria, todo falta en esta noria.
Olvida lo que te dije, adónde iba.
Que te bese de mi parte un aire, una brisa.

Primavera 85 1 de abril barcelona