lunes, 5 de febrero de 2007

BENVOLGUT AMIC CIRIL

Tanto programa surrealista y tanta falta o necesidad de compañía van a volverme loco.
De vez en cuando, entre sueños de palacios y jardines, esculturas, y construcciones renacentistas, entra en mi hogar un poco de ese aire sereno que tanta paz devuelve.
Dicen, sin embargo, que va a hacer mucho más calor. ¡Qué más da, dioses furiosos!
Desde mi tribuna aquí, en Rivus Altus, el futuro pasa por lo incierto, el rito y las costumbres e incertidumbres de lo posible.
Lo que permanece es el cielo, azul del todo en lo alto.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Itnas, amigo;
Acabo de comer aquí en mi casa, y tras aposentar mi pesado estómago en un diván, te escribo estas líneas.
Ayer me explicabas tranquilamente tu primer encuentro interestelar, y tu sugerente voz me condujo inevitablemente por las experiencias que viviste en aquellos momentos, creando en mi imaginación un desenfrenado deseo de resucitarlas.
Me admiraría poder conocer tales sensaciones tuyas, ser capaz de introducirme en tu ser sin perder mi esencia, y captar esas vivencias tuyas a partir de las estructuras mentales de tan genial construcción que rellenan tu cerebro.
¡Oh, Cielos!; tan sólo la idea me produce una excitación sin par, pero es este un morbo libidinoso de tipo gnoseológico y psíquico, no somático. Debo acceder desde ti a lo Ignoto para alcanzar el Paroxismo etéreo.
¡Unamos nuestros cerebros!