Ciril.
Reposando el traje de luces de hoy sobre la silla, y reconociendo el catre como un sueño seguro y reconfortante ("siendo cónsules Marco Tulio y Cayo Cornelio..."), no acierto a distinguir si es mañana o no un lunes nuevo. Ser, no ser. Recuerda.
En tus letras carteadas, en tu idea-escrita viva, he hallado fuerte tu voluntad como te conozco a ti, Hermoso Atleta de lo Ignoto.
Recorreremos caminos no andados, nadaremos mares y océanos, y volaremos hasta el infinito. Amaremos cada lugar, cada sonrisa eterna.
No creo en la Tv, ni en José Luis Perales, ni en Francia, ni en Xirinacs, ni en la Lode, ni en la política, ni en la "música ligera". Odio el consumismo, los fanatismos idiotas, los cambios de chaqueta.
Que nadie espere que nos retractemos, que neguemos cuanto somos y lo que no llegaremos a ser. El mundo es maravilloso, azul, es transparente, vegetal, tridimensional.
Mens sana in corpore sano.
lunes, 5 de febrero de 2007
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